Acné: ¡con los deditos no!

Descripción, clasificación y evolución del acné
El acné se inicia en la pubertad, cuando el aumento de andrógenos incrementa el tamaño y actividad de las glándulas pilosebáceas. Cuando se bloquea el folículo pilosebáceo se forma el comedón, compuesto de sebo, queratina y microorganismos. Estos producen enzimas que atacan el sebo para formar ácidos grasos libres, que irritan la pared folicular. La retención de las secreciones sebáceas y la dilatación del folículo puede originar quistes. Al romperse el folículo libera los ácidos grasos y productos bacterianos que inflaman los tejidos, pudiendo dejar cicatrices.

Según el tipo de lesiones hay dos clases de acné.

El acné superficial se caracteriza por comedones abiertos (granitos) o cerrados (puntos blancos), pápulas inflamadas, quistes superficiales y pústulas. A veces al manipular un granito no inflamado se producen quistes grandes que dejan cicatrices. El acné superficial suele curar sin cicatrices, pero al romper los granitos y rascar las lesiones rotas puede aumentar la cicatrización.

En el acné profundo además se producen nódulos inflamados profundos y quistes llenos de pus; algunos se abren hacia la superficie cutánea eliminando su contenido. Es frecuente que dejen cicatrices.

Evolución del acné.

El acné se exacerba en invierno y mejora en verano, probablemente por el efecto benéfico del sol. La dieta tiene poco o ningún efecto. Puede presentarse en ciclos con la menstruación y desaparecer o empeorar con el embarazo. En mujeres que desarrollan acné por primera vez a los 30 ó 40 años puede deberse a la aplicación de cremas “humectantes” que contienen aceites comedógenos.

El acné suele curar espontáneamente, pero no es posible prever cuando ocurrirá.

Efectos psicológicos del acné en los adolescentes.

Aunque la enfermedad es casi universal; algunos adolescentes se aislan utilizándola como excusa para evitar ajustes personales difíciles (hay conceptos erróneos sobre la relación entre acné y dieta, ejercicio o sexo). Algunos cosméticos lo agravan; es necesario evitar en especial productos oleosos. El tratamiento depende de la gravedad de las lesiones.

Tratamiento del acné.

Acné superficial: si la cara es grasosa, debe lavarse varias veces al dia con cualquier jabón de tocador (aunque ello tiene poco efecto sobre las lesiones); los jabones antibacterianos no son útiles y los abrasivos impedirán utilizar tretinoína o benzoilperóxido.

Las lesiones inflamatorias no se abren hasta que están en fase de pústula, y si se quita la costra que recubre la lesión abierta puede retrasarse la curación varias semanas y producirse una cicatriz hundida.

La luz del sol y los medicamentos tópicos irritantes sirven en lesiones superficiales. La luz solar causa sequedad y ligera descamación.

En los casos rebeldes el dermatólogo puede indicar productos más enérgicos o incluso antibióticos. El uso de éstos sin control médico puede traer efectos secundarios, como la vaginitis por Candida en mujeres.



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