Por qué se produce el hipo y cómo curarlo

A veces el hipo da porque se ingieren substancias calientes o irritantes, y suele ser un trastorno más común en los hombres.

El hipo da porque se produce una irritación del nervio frénico, el que actúa sobre el diafragma (músculo aplanado que separa la caja torácica del abdomen) y produce contracciones espasmódicas involuntarias y repetidas de éste, seguidas de cierre súbito de la glotis (donde se encuentran las cuerdas vocales), que al impedir la entrada de aire produce los sonidos característicos que da el hipo.

Origen del hipo

Porque da hipo

Saber por qué le da hipo a alguien de manera ocasional, o sea descubrir el origen, resulta difícil, pero suele ser fácil de curar. Pero en el caso contrario, porque le da hipo en forma recurrente, o porque los ataques de hipo son prolongados, debe acudir al médico, quien determinará la causa. Entre ellas están la meningitis, la uremia, ciertos tumores cerebrales, infartos, la pleuresía diafragmática, la neumonía, el alcoholismo, trastornos de estómago y esófago, las enfermedades intestinales, pancreatitis, embarazo, irritación de la vejiga, metástasis hepáticas o hepatitis, lesiones torácicas, o cirugía. El hipo persistente también puede ser de origen psicológico.

Cómo curar el hipo

El tratamiento se fundamenta en que cuando el anhídrido carbónico está alto en la sangre inhibe el hipo, mientras que cuando está bajo el hipo se acentúa. Pueden ensayarse numerosas medidas simples: aumentar la concentración de anhídrido carbónico en la sangre por una serie de retenciones de la respiración o volviendo a respirar el mismo aire dentro de una bolsa de papel (PRECAUCION: No utilizar una bolsa de plástico, ya que puede adherirse a los orificios nasales); beber rápidamente un vaso con agua fría; deglutir pan seco o hielo machacado; inducir el vómito; tracción de la lengua; presión sobre los globos oculares; aplicar una bolsa de hielo en la parte superior del abdomen.

Si para curar el hipo nada da resultado...

Si fallan estas medidas, el médico puede utilizar métodos especiales (algunos de los cuales pueden curar el hipo con sólo saber de qué se trata). Uno de ellos consiste en introducir un cateter de aspiración, de plástico o de goma, a través de la nariz, en una distancia de 7,5 a 10 cm y, con un movimiento de vaivén, estimular la faringe en el área sensible por detrás de la úvula. Otras maniobras incluyen lavado de estómago, estimulación galvánica del nervio frénico, o dilatación esofágica con un elemento especial. También cuenta con un arsenal de medicamentos que son útiles para controlar el hipo.


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